Sobre mi

Soy graduada en Neurociencias por la Universidad de Roma, donde descubrí mi interés por comprender cómo las emociones, los pensamientos y el cuerpo se influyen mutuamente. Después, he enriquecido mi practica clínica con la psicología analítica, fascinada por la profundidad con la que esta corriente aborda el mundo interior, los símbolos y los procesos de autoconocimiento.

Actualmente trabajo como operadora de psicoterapia pránica, integrando el enfoque psicológico con la dimensión energética del ser humano. Esta combinación me permite acompañar a las personas en el proceso de liberar bloqueos emocionales, reducir el estrés y desarrollar una relación más consciente y equilibrada consigo mismas.

Mi forma de trabajar se basa en la escucha atenta, la comprensión profunda y el respeto por el ritmo de cada persona. Creo que el bienestar psicológico surge cuando mente y energía se armonizan, permitiendo que la persona recupere claridad, estabilidad y confianza en su propio proceso de crecimiento.

A lo largo de mi experiencia he visto cómo, detrás de muchos síntomas emocionales o físicos, existen patrones energéticos y mentales que pueden transformarse cuando se abordan desde un enfoque integral. Por eso, mi trabajo no se centra solo en aliviar el malestar, sino en acompañar a cada persona a comprender lo que le ocurre, reconocer sus propias herramientas internas y fortalecer su equilibrio emocional.

Una de las razones por las que elegí especializarme en psicoterapia pránica es porque ofrece un camino terapéutico más rápido y profundo que la psicoterapia tradicional en muchos casos. Al trabajar directamente sobre el campo energético, se actúa en la raíz de los estados emocionales y mentales, liberando la carga antes de que se convierta en pensamiento repetitivo o síntoma físico. Esto permite que los procesos psicológicos se integren con mayor facilidad: la mente se despeja, las emociones se equilibran y la persona recupera una sensación de ligereza y presencia.

La psicoterapia pránica es especialmente eficaz en momentos de estrés, ansiedad, duelos, bloqueos emocionales o falta de claridad vital, ya que favorece una reorganización profunda del sistema energético y mental. Cuando la energía se equilibra, la mente se calma, el cuerpo responde mejor y la persona puede conectar con su fuerza interior y su capacidad de avanzar.

Creo profundamente que toda persona posee una inteligencia interior de sanación, una fuerza vital que, cuando se libera y se orienta adecuadamente, guía naturalmente hacia el equilibrio. Mi papel como terapeuta es acompañar ese proceso con respeto, sensibilidad y conocimiento, creando el espacio adecuado para que la energía y la mente trabajen juntas en favor del bienestar.

La psicoterapia pránica es, para mí, una forma de reconciliar la ciencia y la conciencia, de unir la comprensión psicológica con el lenguaje sutil de la energía. A través de este trabajo, he visto cómo las personas pueden transformar el dolor en claridad, el miedo en confianza y la confusión en propósito.

Mi compromiso es acompañar a cada paciente a reconectarse con su propia fuerza interior, para que el cambio no solo se sienta en la mente, sino también en la vida cotidiana —en la manera de pensar, sentir y relacionarse con el mundo.